Desde entonces, la familia Baetge no dejó de buscar a su mascota, que había sido un regalo muy especial para su hijo Cody. Su padre se lo había comprado al enterarse de que padecía una enfermedad mortal.
La búsqueda de Cooper terminó en el lugar menos esperado: en el estado de Florida, a miles de kilómetros de su casa. El chip que el perro llevaba bajo la piel permitió a los especialistas de una clínica veterinaria de la costa oriental del país identificar fácilmente al animal y ponerse en contacto con sus dueños.
Todavía no se sabe cómo este pequeño perro atravesó todo el país, pero la vuelta a casa será más rápida: solo unas horas en avión.
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